PROMETEO VENCIDO
- Ramiro Aguilar Torres
- 7 feb 2020
- 1 Min. de lectura
Prometeo hurtó el fuego de los dioses.
Yo, Pigmalión, robaré su pasión.
Pasión divina,
inconmensurable, abrazadora.
En mis manos de mortal codicioso,
tus formas serán perfectas.
¡Iluso!
El arte no basta.
¡Si no puedo darte,
muñeca mía:
vida, llanto,
amor, dolor,
risa!
Te daré entonces, otra vida.
¡Te esculpiré en versos,
Galatea querida!
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