QUITO
- Ramiro Aguilar Torres
- 7 feb 2020
- 1 Min. de lectura
Ciudad paroxismal
de rumor por esquina.
Ciudad confesional
de siete pecados.
Ciudad taurina
de murmuración e inquina.
En tus aceras deambulan:
saltimbanquis, majaretas,
casquivanas, licenciados,
espíritus anoréxicos,
cuerpos asocairados,
literatos de medio pelo,
filósofos de bar
y ministros de Estado.
Paraíso de la conspiración.
Ciudad felona,
ciudad ambigua.
Con fe de carbonero
vivo en ti.
Soy tu simbionte.
Tú me alimentas de
cinismo y mojigatería.
Yo contribuyo con
mi dosis exacta
de melancolía.
Comments